El sistema de climatización se encuentra físicamente en diversas zonas del vehículo, concretamente
en el compartimento motor, en el frontal del salpicadero y en el interior del salpicadero. Los
elementos están conectados por cables formando dos haces de cables principales que se dirigen del
cuadro de mandos al conjunto de distribución de trampillas y de los mandos al compartimento
motor.
El conjunto de distribución de trampillas
El conjunto de distribución de trampillas es el entorno donde se encuentran la mayoría de los
componentes del sistema de climatización regulada.
Por un lado el líquido refrigerante llega al radiador de calefacción donde se produce la cesión de
calor al aire entrante. En los vehículos actuales, el circuito de refrigeración está dimensionado
teniendo en cuenta la disipación producida en el radiador de calefacción, por lo que no se debe
anular esta circulación.
En algunos vehículos nuevos, sobre todo en aquellos con motores de inyección directa de gasóleo,
la temperatura del líquido refrigerante tarda mucho tiempo en alcanzar la temperatura adecuada, por
lo que disponen de una resistencia de calefacción eléctrica o PTC que aporta calefacción durante
los primeros minutos.
Por otro lado, el fluido frigorífico llega al evaporador donde se produce la absorción de calor del
aire entrante, previamente filtrado a través del filtro del habitáculo. El evaporador es pues el
órgano productor de frío.
En ambos casos, el aire entrante es impulsado al interior del habitáculo mediante el impulsor o
GMV, que dispone de un módulo electrónico de velocidad o potenciómetro que hace girar la
turbina del impulsor a una determinada velocidad dependiendo de la consigna manual o automática.