Las válvulas se accionan mediante regulación por modulación de amplitud de pulsos (PWM), lo que significa que el grado de apertura se controla en función de las necesidades (regulación adaptable) durante un tiempo determinado. Cuanto más flujo se necesite más tiempo permanecerá abierta la válvula disminuyendo su tiempo de apertura a poco a poco conforme se llegue al punto de equilibrio.